Arabia Saudita continúa sus ambiciosos proyectos de construcción, incluido el proyecto Neom, una región construida desde cero del tamaño de Massachusetts que luce arquitectura futurista, una estación de esquí en el desierto, y una variedad de otros proyectos espectaculares. La pieza central de este desarrollo, "The Line", consiste en un par de rascacielos más largos que el Empire State Building, planeados para abarcar una distancia de 105 millas y albergar a nueve millones de personas. Arabia Saudita ha reducido la primera fase de "The Line" a aproximadamente 1.5 millas hasta 2030, en lugar de las aproximadamente 10 millas originalmente propuestas, debido a consideraciones de costos.

La construcción de esta ruta sola se estima internamente en más de 100 mil millones de dólares, lo que indica que el costo por pie cuadrado es más del doble que el de otros rascacielos en Medio Oriente. La construcción completa de "The Line" podría costar, según empleados de Neom, de hecho, bien por encima de 2 billones de dólares. Esto hace improbable que Neom atraiga inversiones privadas significativas para financiar fases adicionales de "The Line".

Las enormes inversiones planeadas por Arabia Saudita para Neom son ambiciosas y podrían costarle al país más de lo que puede permitirse. Con una estimación oficial de costos de 500 mil millones de dólares, el precio supera en un 50% el presupuesto federal total del país para el año y más de la mitad del valor de su fondo soberano.

Mohammed bin Salman, el príncipe heredero y gobernante de facto de Arabia Saudita, ve a Neom como el símbolo definitivo de sus planes para transformar la economía saudí, reducir la dependencia de los ingresos petroleros y atraer capital y talento de todo el mundo. Sin embargo, corre el riesgo de invertir gran parte de la riqueza del país en un experimento urbanístico sin precedentes que podría resultar demasiado difícil de llevar a cabo.

Madawi al-Rasheed, investigadora invitada en la London School of Economics, dijo: 'Mohammed bin Salman está apostando aquí'. 'Gastar tanto dinero debería, en teoría, generar un impulso notable en la economía de Arabia Saudita', agregó, pero señaló que hasta ahora se ha gastado mucho dinero en consultores y arquitectos extranjeros.

Los retos son enormes. Más de 100.000 trabajadores de la construcción adicionales deben ser alojados en un rincón árido de la inmensa desierto del reino, a dos horas de camino de la siguiente ciudad importante. La demanda de Neom de acero, vidrio exterior y otros materiales es tan grande que podría impulsar los precios globales al alza y ser difícil de obtener.